#BalónAlÓleo
No es la primera vez que en Chivas tiemblan previo al Clásico, tampoco el único equipo que toma decisiones fuera de tiempo. Si bien es cierto el trabajo de Víctor Manuel Vucetich dejó mucho que desear en Guadalajara, también es una realidad que hoy en día Chivas más que asemejarse a un equipo grande, presenta credenciales de Un Cementerio de Entrenadores.
Estamos ciertos que en Guadalajara desde la salida de Matías Almeyda algo pasó, el adiós del “Pelado” simbolizó una fuerte pérdida, por el impacto que tenía en el grupo, pero sobre todo, tal parece que sólo desnudó al resto de directivos, los que ya no lo querían en la institución, los que tras su salida solo evidenciaron sus limitaciones en el cargo.
Desde que Vucetich tomó el cargo sabíamos que lo más difícil sería encontrar continuidad en un once, disciplina en el grupo y contundencia, esa que disfraza el funcionamiento y muchas veces salva chambas. Si bien es cierto en Chivas siempre salen los directivos a dar la cara, el jugador parece mimado en Verde Valle, como si se tratara de niños de 3 años, el regaño entra por un oído y sale por el otro, lamentablemente Chivas ha dejado de lado su grandeza y se ha convertido en una guardería.
El momento para correr a Vucetich no era el idóneo, incluso renovarlo recientemente solo es evidencia de la mala gestión a nivel operativo en Chivas, la historia en los últimos torneos en Guadalajara solo permite ver un entrenador que llega como bombero por ahí de la fecha 9-10, el equipo medio mejora, y éste presenta argumentos para seguir, el ciclo del D.T. en turno finaliza por ahí de la fecha 7-8 del torneo siguiente y es el cuento de nunca acabar.
Con todas estas situaciones vividas es evidente que el único responsable no puede ser el Director Técnico, claro está que en Chivas perdieron la costumbre de trabajar en equipo, de realizar sus funciones, de abaratar la camiseta permitiendo una indisciplina cada 3-4 semanas, ni Cardozo, ni Boy, ni Tena, tampoco Vuce, en Chivas algo no camina desde arriba, no están unificados los criterios y lejos de sumar, están dividiendo.
Marcelo Michel Leaño y Ricardo Peláez compiten semana a semana para ganarse la confianza de Amaury Vergara, esta vez perdió Peláez y le tocará aguantar, seguramente el resultado del sábado dictará. Lo curioso de todo esto, es que sólo en Chivas un Director Deportivo no cesa a un D.T. y un “Director de Futbol” (Entrenador Frustrado) baja del palco por segunda ocasión, en este caso para dirigir el juego más importante del torneo. Un monstruo no debe tener dos cabezas o la pesadilla estará garantizada, Amaury debe decidirse ya o Chivas seguirá HUNDIDO EN LA MEDIOCRIDAD.
HASTA LA PRÓXIMA.
Puedes conocer más del autor en su cuenta de Twitter: @JLUIS_CUEVAS
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