Twitter: @JOHN_OLIVERA

Tal parece que no hay una oposición coordinada que haga un contrapeso al nuevo Gobierno, ni al partido de Morena. Desde el 1 de julio de 2018 al darse los resultados electorales se ha notado un Morena victorioso, pero en campaña permanente; un PRI pasivo con postura firme en sus posicionamientos ante el nuevo Gobierno; un PAN mediático tratando de recolocarse en la jugada política, buscando ramas de donde colgarse para mantenerse activos y visibles ante el público en general, esperando encontrar mejores oportunidades que pudieron encontrar [escasas] en el sexenio pasado y; un PRD muerto políticamente porque no tienen más que hacer, están desaparecidos.

¿A qué se enfrente Andrés Manuel López Obrador en este sexenio?

Aunque parezca extraño, pero su principal rival es la figura del presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Como ya se debió haberse dado cuenta, no es lo mismo ser oposición que un mandatario, son figuras totalmente diferentes y alejadas de cualquier intención de una posible combinación de funciones, ya que al ser oposición se tiene mayor libertad para actuar y manifestar cualquier tipo de opinión, incluso proponer acciones de gobierno con la finalidad de lograr simpatizar con todos los ciudadanos en pro del “beneficio común”. Como presidente de la República se debe actuar de manera limitada y responsable. La carga que se lleva en la espalda ya no es de un movimiento social o de partido, sino es de un país en donde los errores cuestan y el precio llega a ser costoso con afectaciones colaterales.

Fuente: Twitter/@lopezobrador_

Por otro lado, hay representantes de Morena que son obstáculo para el presidente. La semana pasada durante su conferencia matutina, Obrador declaró que en los sexenios anteriores había robo de combustibles y corrupción. Esto debido a que los delincuentes no actúan solos, sino con el apoyo de autoridades. Además, que estas autoridades actuaron con el consentimiento del presidente de la República, habiendo una complicidad. Sin duda, son declaraciones extremadamente peligrosas hasta para él mismo. En caso de que en este sexenio se presenten casos de corrupción y delincuencia organizada ¿AMLO sería el responsable por aprobar estos delitos?

Fanatismo peligroso

¿No les ha pasado que al hacer un comentario crítico o muy simple en desacuerdo con algunas declaraciones o acciones de gobierno de Andrés Manuel López Obrador o Morena, los famosos ‘chairos’ (no todos) responden de forma agresiva y violenta? Es absurdo, ilógico e irracional. Lamentablemente su comportamiento fanático es una bomba de tiempo que, en un futuro, podría ocasionar laceraciones a la sociedad. Dejan en evidencia su falta de cultura, educación y racionalidad para aceptar otra opinión distinta a la de ellos, convirtiéndose en quejosos y resentidos sociales, vendados por las promesas y confiados por la falsa esperanza de su líder moral. Un gran peligro para la transformación de México. Para cambiar al país se necesita hacer un cambio como sociedad.

Reflexión…

Como sociedad debemos mantenernos abiertos a cualquier opinión y ser respetuosos de ésta. No debemos caer en el divisionismo ideológico ni mucho menos en la violencia por personas que pretendan amedrentar la libertad de expresión. En su momento se les respetó, teniendo la oportunidad de manifestarse libremente, actuando con violencia y fuera de ley. Los mexicanos necesitamos un Presidente que deje a un lado su papel de líder social y gobierne para todos.