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La incertidumbre política, social, económica y administrativa en un Gobierno perjudica la calidad de la democracia, ocasiona polarización y confrontación, lo cual, disminuye la Gobernabilidad y el Estado de Derecho.

Por el contrario, la confianza genera estabilidad democrática, garantiza certeza y eficiencia a la población, principalmente en materias de: seguridad, justicia, empleo, educación, bienestar social, transparencia y rendición de cuentas, con la finalidad de alcanzar altos índices de paz, crecimiento y desarrollo económico.

La incertidumbre causa desconfianza en la población, en los sectores público y privado, cuando las decisiones de un Gobierno se asumen como errores y no se cumplen con las propuestas de campaña a corto y mediano plazo.

Fuente: Misael Valtierra/ cuartoscuro.com

Por el contrario, la confianza promueve credibilidad, honestidad, legitimidad y liderazgo en la construcción, conducción y destino de la gobernabilidad, impulsando en todo momento el diálogo, el consenso y el respeto hacia las minorías mediante decisiones que construyan bienestar, y justicia social.

La incertidumbre vulnera a un Gobierno republicano y federalista cuando se promueven reformas con rasgos centralistas que afectan la autonomía constitucional de los otros poderes de la unión y se acota el presupuesto de los órganos constitucionales autónomos, de las entidades federativas y de los municipios.

Por el contrario, la confianza de un Gobierno republicano y federalista se consolida fortaleciendo el andamiaje constitucional de la división de poderes, del pacto federal, de los organismos constitucionales autónomos, de las entidades federativas y de los municipios.

La incertidumbre se hace presente en un Gobierno con mayoría legislativa cuando no se privilegia el consenso y la falta de diálogo ocasiona inestabilidad política y social, teniendo como consecuencia acciones de inconstitucionalidad, juicios de amparo y manifestaciones.

Por el contrario, la confianza se fortalece cuando el Gobierno con mayoría legislativa se muestra abierto al diálogo, es maduro, comprometido, reflexivo, incluyente y respetuoso, lo cual, permite impulsar una agenda legislativa que atienda las necesidades de todos los sectores y entidades federativas del país.

Fuente: Mario Jasso /cuartoscuro.com

En conclusión  

La incertidumbre en un Gobierno no permite crear las condiciones necesarias para otorgar certeza y eficiencia en la gobernabilidad, en los mercados financieros, en los sectores empresariales, sociales, políticos, estudiantiles y de opinión. 

Es fundamental que las reformas legislativas, la política económica, las políticas públicas y el respeto al Estado de Derecho, generen confianza en la población para legitimar las decisiones y acciones que emprenda el Gobierno de México, evitando que se propague un ambiente generalizado de incertidumbre.

En este sentido, no solamente se trata que el Gobierno de México logre medianía económica en el servicio público, austeridad republicana y seguridad con base en una Guardia Nacional, sino, también es importante que impulse la medianía social y política basada en la confianza, el consenso, la certeza, la transparencia y la eficiencia; las condiciones para lograrlo las tiene, dada la legitimidad ciudadana y legislativa que lo respalda.

Por ello, es esencial que el Gobierno de México procure construir una relación fluida, permanente y armónica con los otros Poderes de la Unión, con los partidos políticos de oposición, con los organismos constitucionales autónomos, con las universidades, con los sectores sociales y privados, siempre respetando el disenso y privilegiando la autonomía, el equilibrio, y los contrapesos. 

Menos incertidumbre y más confianza en el 2019, que así sea por el bien de México