Twitter: @AlfiePingtajo
La utopía, dicen, se hizo realidad: la izquierda por fin habita en Palacio Nacional.
Con la llegada de López Obrador arribaron las esperanzas de cambio de ideología, de rumbo y de aspiración a una vida digna, prospera y feliz.
Se votó por un cambio de régimen político por hartazgo de lo que venían realizando tanto el PRI como el PAN.
La comunidad cultural en amplia mayoría fue la principal promotora e impulsora de la cuarta transformación propuesta por AMLO.
Todos nos emocionamos al saber al conocer los nombres de las personas que llegarían a algunas direcciones de la Secretaría de Cultura Federal. La presencia de Lucina Jiménez (INBA), Natalia Toledo (Subsecretaría de Diversidad Cultural), Mardonio Carballo (Dirección General de Culturas Populares), María Novaro (IMCINE), Mario Bellatin (FONCA), Pedro Salmerón (INEHRM), Fritz Glockner (Educal) y la posible llegada de Paco Taibo II (FCE).

Con dichos nombramientos, el romanticismo con la cuarta transformación iba ascendiendo y prometía más de lo que se espera o esperaba.
Empero, el viaje en el tren del amor sufrió un accidente al conocer el rubro del PEF 2019 correspondiente a Cultura: 12 mil 394 millones 90 mil 259 pesos, que según expertos e indicadores es 7.6 por ciento menos que el último año de Peña Nieto.
Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura, ya ha explicado que el presupuesto sí alcanza.
La Comunidad Artística ha salido a exigir el aumento al presupuesto cultural y su hartazgo de que años tras año la Cultura sea víctima de ‘tijerazo’ presupuestal.
Empero, hay algo que en su lucha y exigencias ha omitido la comunidad cultural: el retiro de los contratos del capítulo 3000 y de honorarios asimilados; todo el personal contratado bajo esas figuras contractuales son o eran los encargados de realizar las actividades sustantivas y operativas de los diversos programas de la Secretaría de Cultura.
En su reciente comparecencia, Alejandra Frausto ha comentado que se está evaluando, detenida y detalladamente, la situación de todo personal contratado bajo la figura del capítulo 3000 y honorarios asimilados.

A ciencia cierta, Alejandra Frausto y su equipo aún no terminar de aterrizar y comprender el gran monstruo administrativo que significa la Secretaría de Cultura. A los involucrados en el gremio nos toca esperar, observar y criticar cuando detectemos algún peligro.
A las autoridades culturales les toca ponerse –por primera vez- del lado no sólo de los artistas sino de los gestores, difusores y promotores culturales que laboran dentro de la Secretaría de Cultura, quienes trabajan sin ninguna prestación ni derecho laboral.
A la comunidad artística le toca revisar las investigaciones sobre economía naranja de Ernesto Piedras y el libro Derecho Cultural de Luis Roberto Cacho Pérez para tener las herramientas necesarias para exigir cambios presupuestales y modificaciones en las leyes existentes sobre Cultura.
Y por cierto, recortar el presupuesto a cultura, ciencia e investigación podría reflejarse en una posible pérdida de curules en la elección de mitad de sexenio.
Fuentes:
https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Nuevos-nombramientos-en-la-Secretaria-de-Cultura-20181204-0052.html
https://www.excelsior.com.mx/expresiones/concentran-y-reducen-presupuesto-del-sector-cultura/1285349
https://www.eluniversal.com.mx/cultura/patrimonio/es-por-gastos-superfluos-secretaria-de-cultura-sobre-recorte-presupuestal?fbclid=IwAR0EYtEsnkaG10ThHnQRNHwIqXjEA53Bjg7ulvGYgiaZD52WZgSNG7hDX2I
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5460041&fecha=08/11/2016