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Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan

y los individuos siempre tienen razón.

Boris Vian, escritor

Perdió la imparcialidad y ganó el amarillismo en comentarios como los de López Dóriga que a minutos de saber la noticia lanzó el gancho de especulación en un tuit al decir que le extrañaba no ver el pésame de Miguel Barbosa, quien fuera contrincante de Martha Erika por la gubernatura del estado. En tuits incendiarios como los de Ricardo Alemán sobre un supuesto atentado. Las fake news de Pedro Ferriz de Con al compartir un video de un accidente de helicóptero en Ucrania, diciendo que eran imágenes exclusivas de lo ocurrido en Santa María de Coronango y para colmo lo subió no una sino dos veces. Alguien debería recordarles que la información no puede ser construida a partir de especulaciones o fuentes sin corroborar. ¿Dónde quedó su ética? De Fernández Noroña lo esperaría, pero de ellos… lamentablemente de ellos también. En estos tiempos de comentocracia polarizada un sólo tuit sirve de combustible para el odio.

Fueron intrínsecas y dignas de novela negra las especulaciones en redes sociales: venganza del narco, ajuste de cuentas de algún huachicolero, señalamientos al gobierno de López Obrador de orquestar el plan tras perder la elección en Puebla o que los mismos panistas buscaron un mártir que les devolviera la confianza de los ciudadanos como ocurriera con el PRI y Colosio. Y no es que de la noche a la mañana Moreno Valle se vaya a convertir en un patriota, pues al menos a mí nunca se me va a olvidar el nombre de Ricardo Cadena, un adolescente que fue asesinado por un policía en 2015, escudado en la llamada Ley Bala que impulso Moreno Valle cuando fue gobernador de Puebla.

Foto: Cuartoscuro

Se nos olvida que, como diría Boris Vian, “estamos condenados al azar” y vaya que lo aprendí como reportero de nota roja: nadie ni la persona con menos recursos ni los más acaudalados están exentos de la tragedia y la mayoría de las veces esta es producto del azar.

Estamos tan acostumbrados a la suspicacia, al sospechosismo político que aún sin confirmaciones periciales, sin resultados de expertos en aeronáutica o con evidencias de peritos militares de que no hubo explosivos, hay quienes son capaces de llamar “asesina” a la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero… y todo para sacar raja política.

Acción Nacional perdió a quien se había vuelto pilar del partido luego de la derrota electoral de Ricardo Anaya. Con Martha Erika Alonso armando un bastión en Puebla y Moreno Valle coordinando la bancada en la cámara alta del Senado las piezas se hubieran acomodado para que en 2024 el PAN compitiera por la presidencia con un candidato más sólido: el propio Moreno Valle. Hubieran, pero el azar le dio la primera derrota al panismo, aunque todo parece indicar que de modo carroñero el accidente será tomado como bandera de “justicia” para ejercer presión al gobierno López Obrador.

Fuente: Cuartoscuro

Y hablando de AMLO, también él perdió al decir que no asistió a la ceremonia por el “ambiente mezquino” creado por “los conservadores”; es en estos momentos cuando debe ser prudente y recordar que la investidura presidencial debe portarse más allá de las críticas o provocaciones. Ya no es un candidato, es el presidente, su respuesta sólo abona negativamente a su primera crisis de seguridad.