Hace unos días se estrenó en Netflix el perturbador documental ‘Nuestro Padre’ y desde entonces ha causado gran revuelo. Aunque parece una historia de terror de la ficción, nada de su oscura trama lo es, pues esta película está basada en hechos reales, los cuales fueron cometidos por un médico de fertilidad de Indiana, llamado Donald Cline.

Este documental dirigido por Lucie Jourdan, retrata en detalle un recordado escándalo en torno a un especialista de fertilidad con conductas muy perturbadoras. Luego de su estreno en la popular plataforma de streaming, se convirtió en uno de los contenidos más vistos del catálogo y en redes sociales se hizo viral por sumar miles de publicaciones sobre él.

“Tras hacerse una prueba de ADN en casa, una mujer descubre que tiene numerosos hermanastros y destapa un escándalo relacionado con un famoso especialista en fertilidad”, se lee en la sinopsis del documental ‘Nuestro Padre’ en el sitio web oficial de Netflix.

¿Quién es Donald Cline y cuál es la historia real detrás de ‘Nuestro Padre’?

Fue a través de una prueba de 23andMe -que se realiza para conocer las relaciones genéticas que comparten las personas- realizada por Jacoba Ballard en 2014 que se reveló la historia de terror que compartía con aproximadamente 90 hermanastros. ¿De qué se trataba? Un médico de fertilidad, llamado Donald Cline, había estado utilizando su semen para fecundar a las pacientes sin que ellas lo supieran y sin su consentimiento.

En Estados Unidos, específicamente en Indiana, en la década de 1970, el doctor Donald Cline era considerado una eminencia en las cuestiones de fertilidad. Cuando las parejas llegaban, se les decía que se les daba el esperma de un donante (la especialidad de Cline era el esperma fresco, en lugar de la variedad congelada que utilizaban otros médicos) y Cline afirmaba que los donantes que utilizaba eran residentes médicos, y que sólo utilizaba a cada uno para un total de tres embarazos exitosos. Incluso, a algunas se le mentía, diciendo que el esperma que usaban era el del hombre de la pareja, pero ellos no tenían idea de que en realidad no eran el padre biológico de su hijo o hija.

Donald Cline utilizó su propio esperma para fecundara a sus pacientes. Aprovechándose de los tabúes de la época, les decía a sus pacientes que no revelaran a nadie como fue que habían concebido a sus hijos y, puesto que las pruebas de ADN fueron inventadas hasta 1984, no había forma de que sus delitos fueran descubiertos.

Pero, con el auge de la genealogía, justamente fueron las pruebas de ADN el instrumento con el que fue descubierto. La prueba de Jacoba Ballard la llevó a empezar a investigar, y el árbol genealógico online que estaba construyendo a partir de los resultados seguía conduciendo al mismo nombre: Cline. Cuando Ballard se hizo amiga de algunos de los hermanos que había encontrado, varios mencionaron que sus padres también habían sido tratados por Cline. Gracias a la confirmación del ADN, se comprendió que desagradable doctor había utilizado un solo donante de semen: a él mismo.

Ballard acudió a las autoridades para denunciar tan impactante hecho, pero fue en gran medida ignorada. Incluso con el apoyo de sus hermanastros para presentar una denuncia contra Donald Cline ante el fiscal general de Indiana y que se iniciara una investigación penal, sorpresivamente, no hubo cargos penales específicos por los que se le pudiera acusar.

Según el medio The Atlantic: “No se le acusó de violación, no se le acusó de agresión con desechos corporales -en Indiana se considera que eso es un delito sólo si se hace ‘de manera grosera, insolente o airada’. No se le acusó de engaño criminal”. De hecho, no hay ninguna ley que establezca que un médico no pueda inseminar a sus propias pacientes con su propio esperma.

Finalmente, en 2018, solo fue condenado por dos delitos: por obstaculizar la investigación y por mentir sobre el uso de su propio semen. Se le impuso una multa de apenas 500 dólares y perdió su licencia médica, pero, él ya estaba retirado desde 2009. Por lo que nunca recibió castigo por sus enfermizos actos.

Hoy en día, Donald Cline sigue vivo y a sus 80 años nunca ha demostrado tener remordimientos por sus acciones, ni ha explicado por qué lo hizo. En el documental ‘Nuestro Padre‘ de Netflix se especula que podría tratarse de un delirio de Dios, de “un experimento enfermizo” o incluso de criar un “clan ario” supremacista blanco. Se calcula que este desagradable doctor engendró ilegalmente entre 50 y 90 hijos, pero esa cifra no deja de aumentar, sobre todo ahora, con la publicación del documental.