Una serie de eventos desafortunados cambiaron el rumbo racial de Verda Byrd, una mujer de 75 años que vivió durante siete décadas creyendo que era negra. Cuando tan solo tenía cinco meses de edad, su vida cambió.

Tras la muerte de los Wagner, una familia afroamericana de Missouri que la adoptó cuando ella era una bebé, halló los documentos con los que descubrió que no era negra, sino blanca. Su madre -adoptiva- contó: “se llevó a su tumba que tenía una hija blanca”. Pero además, descubrió que su familia biológica tenía un pasado estrambótico: su padre Earl Beagle había abandonado a su madre Daisy  y a sus cinco hijos, incluyéndola a ella, en la década de 1940. Después, su madre habría sufrido un accidente que dejaría a sus hijos bajo el cuidado del Estado. Tras la recuperación de Daisy, a excepción de Jeanette, todos su hermanos regresarían a casa.

Verda Byrd -al centro, cuando era niña- junto a sus padres adoptivos. Foto: KENS 5.

A los dos años, su nombre cambió a Verda, y sus padres la criaron como una niña afroamericana: sus padres la llevaban a peluquerías para personas negras y creció participando en las marchas de Martin Luther King, contó. “Mi vida estaba completamente inmersa en la cultura negra, ¿y por qué no lo sería? Para todos los efectos, yo era negra”, dijo durante una entrevista al canal de televisión KENS TV.

Pero en sus palabras, nada a cambiado en su vida. “Mentalmente, es una aceptación de lo que eres y de lo que no sabías que eras. ¡Pero no me ha cambiado porque todavía me amo! Me identifico básicamente con lo que quieras que sea. No importa”, dijo al programa Good Morning Britain. Ella dice identificarse como una persona transracial.

Su historia la llevó a escribir el libro 70 años de negrura publicado en 2017. Pero si blanca o negra, dijo en KENS, “realmente no importa”.

Verda y su libro 70 años de negrura.