Twitter: @SamOcampoB

No sé si estén de acuerdo conmigo; pero cuando veo las imágenes de Chiapas, lo primero que se me viene a la mente es… ¿el EZLN? ¡No!, sino la pobre Anahí.

Sí, la cantante y obviamente la actriz, que en estos momentos debe estar pasando momentos bien difíciles por varias razones, pero la más importante es una de tipo político.

Desde abril de 2015, su carrera artística la combina con Manuel Velasco Coello, un joven político que actualmente es gobernador de Chiapas…y senador de la República, y aquí está el meollo del asunto.

Puedo estar casi seguro que el martes pasado Anahí rezó, imploró y recurrió a cuanta súplica celestial tuviera a su alcance para que el Senado de la República rechazara la solicitud de licencia de su esposo al cargo de Senador, el cual apenas comenzó el 1 de septiembre, para que regresara a su despacho palacio de gobierno de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

¡Ay pobre Anahí!, ni cuando estuvo en Chiquilladas –ojo millennials—en la década de los 80 y no se aprendía los parlamentos sufrió tanto. Resulta que el Senado en un primer momento sí rechazó la petición, y le ordenó quedarse en la CDMX para cumplir como representante popular electo hasta el 2024.

Así ella dejaría de cumplir con sus funciones de primera dama estatal, recorriendo zonas enlodadas, visitando comunidades sin servicios básicos, es decir, sin agua, drenaje, quizás sin internet. Ash, pobreza pura pues.

Pero de esas negociaciones oscuras que se dan en los pasillos del Senado –chance y en Televisa también, quién sabe—por la noche del mismo martes, ¡zas!, el Senado volvió a votar la licencia, y pues…la aprobaron con el apoyo de Morena. Total, que Velasco, y por ende Anahí, se regresó a despachar como gobernador hasta el 8 de diciembre próximo. Es decir, la pobre de Anahí sufrirá casi tres meses más.

Se me apachurra el corazón Rebelde nada más de acordarme de cómo la vi sufriendo por caminar entre piedritas, con sus papos bien bonitos, para poner la primera piedra del Museo del Niño y del Agua (1ª Etapa) en agosto de 2015.

 

Lo cierto es que debería ir pensando a la voz de ¡Ya!, en buscar a Pedro Damián, su productor en RBD, quien acaba de sacar al aire su nueva telenovela juvenil, Like, y chance y le dé una oportunidad de entrar al reparto.

O bueno, si le gustó la política urbana y no rural, digámosle así, que le pida consejos a Ernesto Vargas Contreras, quien es diputado federal del Partido Encuentro Social por Nuevo León y despachará en la Ciudad de México.

Mmmm, ¿No les suena Vargas Contreras? Bueno, entonces que le llame por su nombre artístico, Ernesto D´Alessio, hijo de Lupita, La Leona Dormida. Es cuñado de su hermana Marichelo, quién esta casada con Jorge, líder del grupo Matute.

O qué, ¿ustedes no cambiarían un foro de Televisa San Ángel en lugar de andar entregando obras en San Juan Chamula y anexas?